SECCIONES

jueves, 31 de agosto de 2017

El lustro sin alma. (1ª Parte)

Sí, lo han adivinado, ya saben de lo que voy a hablar ¿verdad? 
Bueno, en verdad nunca hemos tenido alma, pero fue de 2015 hacia acá cuando la perdimos del todo...
Voy a parecer un cuñado diciendo esto pero si no lo digo reviento: La culpa la tiene Internet y las redes sociales. 
Nos levantamos y lo primero que hacemos es revisar el móvil para comprobar lo populares que hemos sido esa noche mientras dormíamos. Miramos los likes de instagram, porque vender nuestro físico es lo primero, los ''megusta'' de facebook, porque queremos ver como ha reaccionado la gente a esa publicación que pusimos antes de acostarnos. Miramos el whatsapp, porque el whatsapp es lo importante, no vaya a ser que tengamos algún mensaje importante de ''esa persona'' y por no contestarle se enfade con nosotrxs. 
Lo importante después de eso es mirar Twitter, porque es primordial hacerle saber al mundo que nos hemos levantado, porque todos sabemos que la gente no puede vivir sin conocer ese dato...

Y ahí es donde nace el problema de este lustro, en Tuiter/Twitter (las dos están bien dichas). Somos cobardes hasta para poner nuestros nombres y apellidos y nuestra foto real de perfil, no vaya a ser que el día de mañana tengamos un trabajo y nuestros tuits nos pesen en la conciencia...
Tuiter es la jungla, porque estamos protegidos, allí hacemos cosas que en la calle no tenemos el valor de hacer o decir, porque nos pueden partir la cara con una facilidad asombrosa. Amenazamos de muerte, insultamos gratuitamente, nos reímos de las desgracias, esta mañana sin ir más lejos me he encontrado con esto: 
Sí, así es, como dije en el título, gente SIN ALMA. Hemos perdido completamente la empatía y somos incapaces de sentir el dolor ajeno, porque lo más importante es predicar la palabra de nuestro Dios particular, en el caso de algunos Mariano, en el caso de otros Pablo, Pedro o Albert. 

Pero ¿por qué somos una sociedad sin alma? Fácil, porque somos una sociedad sin personalidad. Nos reímos de los coreanos porque nos parecen máquinas que adoran a su líder, pero...¿Acaso nosotros no hacemos lo mismo? 
Desde pequeños los gobiernos nos enseñan a memorizar libros como máquinas, no a aprenderlos. Nos enseñan que el trabajo es sufrimiento, y que el estudio es una obligación. Vivimos sin vivir, trabajamos sin trabajar y aprendemos sin aprender. ¡Si hasta para ir de fiesta somos todxs iguales! Somos cylons perféctamente programados, el problema es que al igual que en la ficción, algunos prefieren pensar que son diferentes, que son humanos, pero no es mas que una mentira para autoconvencerse de su autonomía. 

Somos perfectamente manipulables, moldeables, y eso me hace muchísima gracia, porque nos autodenominamos ''inteligentes'', pero luego matamos nuestro cuerpo con tabaco, alcohol y drogas. Pues perdone que le diga, pero usted no es inteligente, se ha equivocado de adjetivo, usted es más bien gilipollas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario